enero 03 2017 0Comentarios
propositos-imposibles

Feliz año, felices propósitos

Feliz año!, ya hemos cambiado de dígito, la tierra ya ha dado otra vuelta  al sol y como casi siempre hemos comenzado con pr0pósitos de cambio y de mejora de nuestras vidas. Ha tocado hacer balance del año que se fue y de lo que ocurrió en nuestras vidas durante esos 365 días y ya estamos,  de nuevo en el día 1 de lo que nos gustaría fuera nuestra nueva era.

Como dice la canción: hacemos un balance de lo bueno y malo.  Aquellas cosas que nos fueron bien,  y de las que no conseguimos que se hicieran realidad. De lo que pudo ser mejor, de los objetivos que nos pusimos hace un año por éstas mismas fechas y que no cumplimos.

Pero  hay una realidad que obviamos, el cambio de año es más fácill que nuestro propio  cambio.  Nos emocionamos con esa noche mágica que es la Noche Vieja y nos envalentonamos. Olvidamos que a nosotros nos cuesta un poco más variar nuestras actitudes, conductas, hábitos…  nos venimos arriba!.

Hay cometemos el primer error:  somos poco realistas, nos ponemos unas  expectativas demasiado altas. Queremos creer que lo que no conseguimos en los meses anteriores, por una cuestión mágica, lo haremos en los siguientes. Por lo que si queremos tener éxito en nuestras metas, tenemos que partir de este punto, de la realidad, de nuestros puntos fuertes y debilidades y ponernos  objetivos adaptados a esa realidad. Ser consecuentes con nosotros mismos. Ejemplo:  odiamos hacer deporte, cómo vamos a ir 3 veces a la semana al gimnasio?. Quizás sería mejor proponerse caminar 2 veces a la semana y a ver qé tal?…

Segundo error:  todos los própositos del mundo. De repente, no nos conformamos con un solo objetivo o dos, si no que nos hacemos la ilusión de poder abarcar todos, empresa desmesurada y agotadora, a partes iguales. Establezcamos pococs objetivos, tres a lo máximo, y veamos como nos va. Ir de poco en poco, no es malo. Lo importante es ir cumpliendolos y si luego nos vemos con fuerzas, pues ya añadiremos más.

Tercer error: objetivos generales. Necesitamos cosas concretas,  específicas para que nuestro cerebro pueda procesarlas. Es decir,  que pueda crear un mapa de acción. Con las metas generales se pierde.  Así que o nos ponemos objetivos concetos, o trazamos pasos específicos, pequeñas metas que nos ayuden a alcanzar la final. Ejemplo: ser buena persona, comencemos por ser buenos con la familia, amigos, el vecino…

Cuarto  error: desistimos a la primera de cambio. A causa de los dos fallos de cálculo anteriores, lo lógico es que nuestra empresa para el nuevo año en seguida de fallos, y tiramos la toalla. Tenemos que ser más tolerantes con nosotros mismos, estamos intentando cambiar cosas que son difíciles en nuestra vida, eso lleva su tiempo. Nos debemos dar margen de error y paciencia, si en el camino al cambio erramos, cambiemos la estrategia, no el objetivo.

En resumen,  si queremos conseguir esos ansiados nuevos própositos: pongamonos expectativas realistas, concretas, vayamos de una en una,  y demonos tiempo para lograrlas. Y si no lo conseguimos no pasa nada, eres igual de válido/a!