La historia es simple, conoces a una persona, tenéis buena conexión y de la noche a la mañana, te haces imprescindible para ella. Te eleva a los altares, vas a ser su salvador/a o ella la tuya. Desde el primer día que quedáis, te hace confesiones muy íntimas, subraya que solo te las ha contado a tí, eso te hace sentirte especial, ya que es alguien con el que te sientes a gusto e incluso atraído, aunque puede ser demasiado y sentirte un poco axfisiado, pero como también se presenta, con ese aire de víctima necesitada, cae en sus redes.
Los siguientes días, semanas, te va a necesitar para todo, mensajes a todas horas, quedar todos los días… te va a recordar todo el tiempo lo especial que eres para ella/él, y no dejará de planear cosas que tenéis que hacer juntos: viajes, películas, libros, comidas… todo lo pone a tus pies. Supuestamente, esa persona está ahí para ti, eso no para de recalcarlo, es algo mutuo, pero siempre termináis hablando de ella, siendo por lo genera, alrededor de lo que gira, todo lo que hacéis. Quizás, haya incluso, algo de juego de seducción, ( si se crea esa ilusión, por supuesto hace que la otra persona se sienta más atraída y estará más dispuesta a satisfacer sus necesidades), aunque notarás que es un sí pero no, porque lo intercalará con mensajes de, esto es solo una amistad. Habrá conseguido que estés a su merced.
Y de repente...las cosas empiezan a cambiar, en tan solo dos meses, ya no hay tanta necesidad de que dar todos los días, esa persona empieza a tener otros planes, ( lógico por otra parte), pero que empiezan a hacer que ya no tenga tiempo para ti, los mensajes empiezan a escasear e incluso eres tú quien tienes que hacer el esfuerzo, puedes tener la sensación de que molestas o que no hay interés, pero al manifestarlo, muy dulcemente, te dicen que son ideas tuyas, pues esa persona sigue ahí, que no pasa nada porque no habléis un día, o que lo hizo pensando en ti…como siempre, con lo que, te sientes culpable, empiezas a dudar de lo que sientes y a dar más credibilidad a la otra persona que a ti misma. Si encima lo hace por ti!, como puedes ser así?, pero a partir de ese momento, comienzan las pegas, aunque siga recalcando que es tu fan número uno, comienza haber aspectos de tu conducta o carácter que ya no le gustan, e irá coincidiendo con un progresivo alejamiento, a veces incluso con un adios definitivo, si la persona es muy agresiva. Si va de comprensiva y salvadora será más sutil, aunque al final también expresará que esas formas no le hacen bien, y como es una víctima, no lo olvidemos, tiene que protegerse, e incluso dirá que es para ayudarte.
A estas alturas, dependiendo de tu experiencia anterior, tu personalidad, tu autoestima… puede que te sientas angustiado, perdido, culpable, con la autoestima baja e intentes hacer malabarismos para que esa persona siga diciendo lo especial que eres y prestándote la misma atención, pero será en vano, ya no le sirves, ya ha cubierto su necesidad o a encontrado a otra persona que lo haga.
Si notas que caes en este tipo de relaciones con frecuencia, o has caído, y no eres capaz de salir de ellas sin sentirte dañado y agotado por el esfuerzo, pide ayuda. En serio, no pasa nada, ERES IGUAL DE VÁLIDO/A.